- Puede mostrar ritmos diferentes en las interacciones comunicativas: necesitar más tiempo para expresar la información, pausar la conversación o tardar en responder, etc. Estos tiempos deben ser respetados y asumidos con naturalidad, evitando mostrar impaciencia; además, es importante no confundir estas limitaciones en la pronunciación o en el habla con déficit visuales.
- Resulta conveniente conocer el medio comunicativo que utiliza la persona para expresarse y esforzarse por entender los mensajes que emite. Si la comprensión de los mensajes resulta imposible hay que hacerlo saber a la otra persona, trasmitiendole dudas.
-En caso de mantener una conversación con una persona en silla de ruedas, situarse frente a ella y a su altura facilita la interacción, sentándose si la situación lo permite.
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